Diferencias entre 3 tipos de aceites de oliva

El aceite de oliva es un alimento que no solo se destaca por ser un ingrediente estrella en la cocina, sino que sus múltiples beneficios para la salud lo convierten en un producto indispensable en tu alacena.

A pesar de su popularidad, es común que en el momento de la compra nos encontremos con distintos etiquetados de aceite de oliva que nos confunden y nos hacen preguntarnos ¿Qué tienen de diferente estos aceites? ¿Cuál aceite debería elegir? Pero no te preocupes, aquí te explicamos en qué consisten sus diferencias y cuáles son sus usos recomendados.

¿Cuál es la diferencia entre los 3 tipos de aceites de oliva?

A decir verdad, la diferencia entre estos tres aceites de oliva —de orujo, extra virgen, 100% puro — surge en el momento de su producción. La manera en que cada aceite es elaborado determina propiedades como la acidez, la densidad, el sabor, el aroma y los nutrientes contenidos.

A su vez, el proceso de elaboración y las características influyen en la calidad del aceite, que suele ser el rasgo con el que frecuentemente se habla del aceite de oliva. Ahora aprendamos a diferenciarlos. 

Aceite de oliva extra virgen

El aceite de oliva extra virgen se elabora solo a partir del zumo de la aceituna a través de métodos mecánicos, sin intervención de métodos químicos. Se busca que las aceitunas utilizadas en la elaboración de este tipo de aceite se encuentren en óptimas condiciones, por lo que incluso el momento de recolección del fruto es importante. 

Las propiedades del aceite de oliva extra virgen lo convierten en el aceite de mayor calidad. Debe tener una baja acidez, que sea menor al 0.8%. Es importante aclarar que la acidez de un aceite no se relaciona con el sabor, cuando se habla de la acidez del aceite de oliva se hace referencia a un parámetro químico que mide el porcentaje de ácido oleico contenido en cada 100 ml de aceite y esto no afecta en absoluto a su sabor. El aroma y el sabor de un aceite de oliva extra virgen son excelentes y no es para menos, pues el producto debe pasar por catas para determinar si puede ser considerado un aceite de oliva extra virgen, virgen o si pasará por el proceso de refinado para convertirse en un aceite de oliva puro.

Este tipo de aceite contiene nutrientes que no debes dejar de tomar en cuenta: es una importante fuente de vitamina E, de antioxidantes, de Omega 6, de Omega 9 y además es libre de colesterol. 

Por su intenso sabor te recomendamos usar el aceite de oliva extra virgen en crudo cuando quieras potenciar el sabor de tus comidas. Puedes usarlo en frío para marinar, preparar aderezos, vinagretas, mayonesas y conservas. También puedes probarlo con platillos de la cocina mediterránea, como una ensalada griega o una ensalada caprese. 

Aceite de oliva 100% puro

El aceite de oliva 100% puro, también llamado ligero, intenso o simplemente aceite de oliva, se compone de una mezcla de aceite de oliva refinado y aceite de oliva extra virgen. Lo que caracteriza a este aceite es que después del método mecánico de extracción, pasa por el proceso químico de refinado para purificar el producto. El resultado de esto es un aceite sin sabor y sin color, propiedades que son recuperadas al añadir el aceite extra virgen. 

Ya que la acidez del aceite de oliva es menor al 1% es considerado un aceite de menor calidad que el extra virgen. La intensidad de su sabor y aroma depende del porcentaje de aceite extra virgen con el que es mezclado: si tiene un porcentaje pequeño entonces será un aceite de oliva ligero, si tiene un alto porcentaje será un aceite de oliva intenso. 

Aunque el proceso de refinado también puede afectar en el contenido de los nutrientes del aceite, no deja de ser un producto recomendado, pues posee Omega 6, Omega 9 y no contiene colesterol. De hecho, a pesar de ser categorizado como de menor calidad, en España es el aceite más consumido.

Te sugerimos usar el aceite de oliva 100% puro para saltear y freír tus alimentos. También lo puedes usar en crudo para elaborar vinagretas, aderezos y mayonesas. Como puedes ver, es un ingrediente versátil y accesible que no puede faltar en tu cocina.

Aceite de orujo de oliva

Hasta ahora hemos abordado los aceites de oliva más conocidos pero, ¿sabes qué es el orujo de oliva? 

El orujo, también conocido como alperujo, es el residuo sólido del proceso de extracción del aceite de oliva extra virgen. Se compone de huesos y pulpa de aceituna, agua y un porcentaje de aceite que queda como residuo. A través de métodos mecánicos y químicos aplicados al orujo es posible recuperar el aceite que este contiene. Dichos procesos dan como resultado un aceite de orujo refinado que es mezclado con un pequeño porcentaje de aceite de oliva extra virgen o virgen para su comercialización y consumo. El resultado de esta mezcla es el aceite de orujo de oliva.

Su aroma y su sabor, por supuesto, son menos intensos que los aceites de oliva puro y el extra virgen, pero esto no le resta en su valor como un ingrediente importante en la cocina. Su acidez debe ser de un máximo de 1.5%. Este aceite tampoco contiene colesterol, además aporta vitamina E y Omegas 6 y 9. A pesar de ser un aceite más procesado es un producto rico en nutrientes, además el aceite de orujo de oliva es una opción más económica que el aceite de oliva extra virgen. 

El aceite de orujo de oliva es principalmente recomendado para freír, saltear y preparar cualquier platillo cocinado a fuego, pues es un aceite que tiene una buena resistencia a las altas temperaturas. A diferencia de los aceites de oliva 100% puro y extra virgen su consumo en frío no es recomendado. 


Ahora que ya conoces las diferencias y sugerencias de uso ¿ya sabes cuál es el mejor aceite de oliva para ti?


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